La honestidad
Para ser honestos con las personas que te rodean, primero hay que serlo con uno mismo. Este valor se nos manifiesta a través de una partida de ajedrez en la que un anciano juega contra sí mismo. ¿Quién pensáis que ganará? Resulta esencial para que veáis el valor de no engañarse a sí mismos y de mostrars tal como sois.
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